¡Qué bien se trabaja con las parejas de ayuda! Dan mucho juego y a los peques les viene genial saber que tienen a alguien que les puede ayudar y al que pueden ayudar. Eso les hace ser mucho más comprensivos, generosos y a mí me encanta, la verdad.
Estamos aprendiendo técnicas pictóricas y esta vez tocaba el arte abstracto. Me inspiré en algo que me gustaba hacer a mí de pequeña. Garabatear una hoja y luego rellenar de diferentes colores los trozos que habían quedado.
Pues eso hemos hecho. Cada uno ha garabateado la hoja como ha querido (primero uno de la pareja y luego el otro) y luego han ido rellenando los huecos, respetando el trabajo del otro, compartiendo colores, espacios....
Nuestra exposición cada vez se va haciendo más grande.
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