No hemos hecho una lectura convencional, una lectura de cartilla, ya que yo no soy partidaria. Pero, de manera muy lúdica, hemos leído en muchísimas ocasiones. Y sobre todo, hemos disfrutado leyendo y nos hemos llenado de inquietud y de querer saber qué pone aquí y qué dice allá.
Y como ya hemos terminado de ver todas las vocales, nos hemos lanzado a empezar a leer frases, con pictogramas y con dibujos.
Sé que algunos pueden pensar que para cuatro años es poco, que vamos muy despacio, pero la experiencia de muchos años me ha demostrado que a las cosas hay que dedicarles tiempo, para que se vayan asentando en la cabecita de los niños, para que ellos vayan afianzando sus aprendizajes y adquieran seguridad en sí mismos.
Aprovechando la pizarra digital, hemos hecho lectura sencilla, pero para ellos muy importante. Sólo ver sus caras de asombro cuando se veían capaces de leer, merece la pena la espera y el ir lentos, pero seguros. Además, no se trata sólo de saber qué pone aquí, sino que la lectura conlleva un proceso de secuenciación, de orden, muy importante. Hay que saber por dónde empezar, por dónde seguir...
Os dejo el enlace donde está el power point que he hecho para trabajar en clase.
Después de que todos leyesen, pasamos a la siguiente actividad: Construir frases sencillas y leerlas.
Estaban tan entusiasmados, que, aunque les mandamos a los rincones para que jugasen un poco, muchos se quedaron para seguir haciendo frases.
Unos días antes habíamos trabajado las direcciones de las letras. También les gusta mucho porque ellos eligen el trazo que quieren: de flores, estrella, de colores, con caras...
De vez en cuando, si tenemos la pizarra encendida, ésta funciona como otro rincón. Les pongo una letra, un número y el que quiere viene a hacer el trazo. Eso sí, respetando la fila y esperando el turno. Tiene mucho éxito, os lo aseguro. Y a mí me viene muy bien para ir corrigiendo errores, hacer evaluación...
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